Con la Serenade de "Schubert"
INICIATIVAS I
Filosofar es una reflexión, así lo enuncian
los filósofos. Para reflectir en nosotros mismos debemos entrar y
encontrarnos dentro de nosotros mismos . Esto es lo opuesto a la distracción
que es estar afuera de nosotros, atraído y controlado por algo que no soy yo.
Estar en sí, en soledad con nosotros mismos, nos permite
conocernos, escuchar nuestra mente y tener constancia plena de nuestra
existencia. Algo similar a respirar, puede uno respirar en forma consciente o
automática (inconsciente).
Respirar con consciencia
es tener dominio de sí y desde ya produce relajación y control de la mente. Cuando respiramos en forma automática , sin
conciencia , nuestra mente está más liberada y nos lleva a donde quiere. Perdemos el
dominio de los pensamientos.
Retomando en soledad esta posesión de nuestra persona nos da
libertad de escuchar nuestra mente , nuestras tendencias, deseos y todo lo que brota de nosotros y que no
podemos anular porque son nuestra esencia. Nuestro propio yo diverso del mundo
, irrepetible e irreductible.
Relacionarse con lo que nos rodea no significa salirnos de
nosotros, en tal caso es compartir nuestra soledad frente y respecto del mundo.
Es aquí cuando nos podemos preguntar que significado tiene el mundo para
nosotros, una relación dual pues habiendo una oposición del mundo con nosotros
estamos a la vez relacionados necesariamente a él.
Estar en soledad en
el mundo.
Fuera de nosotros el mundo y sus problemas , contingencias,
tragedias , incoherencias, etc tiene un
sentido más severo que estando en nosotros.
Todo adquiere un sentido ubicado en su real dimensión si somos
libres.
El hombre desde su historia más ancestral se ha distinguido de
las otras especies por tener en su esencia genética un maravillos don escondid en
sus genes: La Iniciativa.
Sacando los instintos, que los tenemos claro está, quizás la
más profunda de esas iniciativas sea, desde siempre, el deseo de felicidad.
La angustia y el
tormento que significa no poder descansar en esa felicidad y plenitud nos
generan conmoción porque todo nuestro ser empuja en esa dirección con todas sus
fuerzas.
Es el equilibrio entre nuestro Yo social, material y
espiritual lo que nos perfila ante el
mundo que nos rodea.
Es lo que delinea nuestra personalidad y nos da las
características por la que vivimos en este mundo.
Ya veremos las otras iniciativas y su relación con la felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario