Descontracturando el viernes....
Hablar un tema ,para la mujer , es como algo fisiológico, una necesidad, como ir al baño o comer. Es decir es una función vital sin la cual hay riesgo de vida. Ese tema no expulsado puede ser tóxico. Un tópico mínimo que crece en las conexiones interneuronales...
Nosotros en cambio cuando un tema nos aturde nos ponemos en "off", algo así como un gel; no lo queremos hablar más que con el control remoto o la caña de pescar, nuestras facciones se anulan,tendemos a quedarnos quietitos, pasamos a ser algo así como zoombies y emitimos solo sonidos guturales tales como ...ehh?, ahh?, ahá, mmmm, y demás.
En esas circunstancias no hay posibilidades de reaccionar ante ningún mandato o solicitud conyugal. Aquí nuestra neurofisiología nos aísla para preservarnos. Salvo alguna palabra como !fuegooo! o similar , no es posible sacarnos del estado "gel" donde la vaciedad se apodera de nuestra corteza cerebral.
En este equilibrio de gel introspectivo masculino versus extroversión fisiológica compulsiva femenina se encuentra el secreto de la convivencia mas allá de un período respetable de convivencia que cada uno cuantificará se acuerdo a sus experiencias. Es menester que la mujer crea que el hombre la escucha!! Es menester que la mujer NO pregunte si la escuchó o la entendió aunque en realidad sabe la respuesta.
Todo esto se exacerba los Viernes, por eso , como consejo terapéutico el viernes hay que salir, al cine a la quinta , con amigos o amigas. Un grupo de interlocutores válidos. La semana fue muy larga. El viernes debe ser un día de mutuo respeto de estas diferencias.
Buen fin de semana.
Sí, la complementaridad es la base de la armonía.
ResponderEliminarAsí es Yima!
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