Malditas Cervicales.
Cerca del 10 por ciento de las personas tiene
dolores cervicales, por fortuna, de éstos solo el 1 % será por lesiones
neurológicas de mayor severidad.
Pensemos primero en el significado de tener el
cuello dolorido y duro. Una simple contractura. La dolencia habitual de la vida
urbana.
Por el dolor y la rigidez nos movemos
lentamente, tenemos que girar con el tronco, lo que significa un trastorno, por
ejemplo a la hora de estacionar el auto,
nos duele mirar súbitamente a un costado, o apoyar la cabeza en nuestra
almohada o fijar la mirada un tiempo prolongado. El humor y la concentración se
derrumban.
Si miráramos más allá en significados, si se
quieren figurados, tener rígida la base de nuestra cabeza es, en alguna forma,
encarar nuestra cotidianeidad con una
postura defensiva.
La realidad o parte de ella nos supera, nos
domina y, cual templarios, debemos
calzarnos una armadura.
Es aquí donde hay que reaccionar y no esperar
que una tableta, unos masajes y un poco de ondas y calor nos solucionen el problema.
La verdad es que la mejoría del síntoma no ha
resuelto el problema de fondo.
Progresando aún más podemos decir que si somos
superados por la realidad circundante es porque no somos, en un todo,
propietarios de nuestra persona. La vida nos está presionando y las cervicales
son nuestra luz amarilla.
Cada médico, tras descartar enfermedades
probables, debería hacer reflexionar a
sus pacientes que así como nos ponemos rígidos ante circunstancias de nuestra
rutina en nuestro interior hay otros cambios. El stress, la vida misma.
Si el problema o nuestra actitud hacia él no
se resuelven con los años, la rigidez
promueve cambios degenerativos en la columna vertebral que son más
problemáticos.
Porque nos contracturamos?
Stress
Con el stress a cuestas nuestro sistema
neurovegetativo libera hormonas (cortisol) y catecolaminas (adrelanina y otras)
en forma sostenida con lo que nos
encontramos en una situación de alerta sin necesidad.
Las cervicales son solo una de las
manifestaciones. El trabajo cardiovascular aumenta inútilmente, preparándonos
para un enfrentamiento que habitualmente no sucederá (salvo en nuestra mente).
La presión arterial sube, la glucosa aumenta y sobretodo nuestra mente
zigzaguea en la ansiedad por los distintos bancos de memoria trayéndonos imágenes del presente y del pasado habitualmente inútiles. Todo un caos
que nos convierte en una especie de zombies .
El
stress no solo desencadena las contracturas sino que además retarda la
recuperación y facilita las recurrencias. Los ejercicios respiratorios que ya
comenté en el capítulo de respiración consciente son excelentes como
tratamiento y prevención.
Otras causas son las malas posturas y los malos hábitos al
dormir.
El dolor y la rigidez se ubican en el cuello,
los hombros y la parte alta de la espalda.
Este cuadro sin tratamiento puede durar hasta
6 semanas.
Las
Causas.
La contractura es en realidad un mecanismo de
defensa y lo habitual es que ocurra
luego de una injuria o daño muscular. Esta inmovilidad pretende que el músculo
se regenere.
Una causa frecuente es la llamada Espondilosis donde ya hay cambios
degenerativos por compresión de los
discos intervertebrales. Por el desgaste y crecimiento del hueso (espolones) además de dolor y rigidez se puede producir compresión
de los nervios que activan los brazos y hombros.
El 90 % de los compromisos de los nervios se
producen por esta patología.
Si bien es lógico el deterioro de los huesos
con los años este puede anticiparse y producir síntomas en etapas activas de la
vida.
Cuando el agente causal es la lesión de uno o
más discos, el compromiso de la raíz nerviosa puede producir dolores en hombro
y brazos así como rigidez por espasmo muscular.
En estos casos las molestias siempre son de un
lado y la causa es la presión excesiva sobre los discos con ruptura de la capsula que los contiene y
herniación del material gelatinoso que comprime los nervios que salen de la
médula nerviosa.
Una presentación distinta es el llamado Sindrome Facetario. Se produce por el compromiso de las
articulaciones laterales de las vértebras (facetarias). Es habitual tras una
posición de extensión forzada hacia atrás de la cabeza en forma prolongada o
con más frecuencia por un traumatismo (el más común es el latigazo hacia atrás por
un choque ). Aquí el dolor puede ser en
el cuello, en la base de la cabeza o en los hombros. Suele acompañarse de
contractura.
La
Radiculopatia cervical en cambio es ya la compresión directa del nervio
por problemas en el hueso o en el disco
ya sea por artritis, masas ocupantes (por ejemplo un quiste) o una
lesión con protrusión de un disco. Aquí la debilidad, dolor o trastornos de la
sensibilidad se hacen presentes en la
región del nervio comprimido.
Cuando
alarmarse?
Si el dolor es muy intenso o hubiera un
traumatismo, dificultades para el control esfinteriano o intestinal, si hay
cambios en la sensibilidad de brazos o piernas o si el dolor no comienza a
mejorar luego de una semana con tratamiento sintomático se impone la consulta
con el especialista.
Tratamiento:
Los
analgésicos antiinflamatorios son útiles, cuando el
cuadro es más severo o falta la respuesta, se pueden agregar relajantes
musculares o antidepresivos que ayudarán al mejor dormir.
Respecto del frío o calor podríamos decir que
ante el dolor agudo es preferible el
frío. No funciona en todos los pacientes pero es útil probar. Una buena
medida es congelar agua en vasitos de papel y dar golpecitos en el área dolorosa durante 5 a
7 minutos.
Para casos de contractura intensa o tortícolis
se puede colocar una bolsa de hielo o una bolsa porotos o garbanzos congelados
envueltos en una toalla seca y dejar actuar entre 15 a 20 minutos para que
penetre en profundidad. Esto se puede repetir cada dos a cuatro horas hasta que
mejore el cuadro o haga efecto la medicación . Se debe cuidar la piel prestando
atención , sobretodo en gente de piel sensible o muy pigmentada, si hay cambios
de coloración se interrumpe y se consulta.
El calor
suele ser útil también, 10 o 15 minutos de ducha o toalla húmeda en el
microondas pero en los casos agudos solo
si hay intolerancia al frío. Ojo con las quemaduras, los microondas son
traicioneros.
Los masajes
son útiles principalmente para las contracturas, mejor si se emplea luego del
calor. Se puede utilizar un vibrador eléctrico o presionar con las manos los
músculos laterales y posteriores . Siempre se debe estar con la cabeza apoyada.
Ejercicios.
Los ejercicios
de estiramiento son de gran utilidad. Deben ser realizados a la mañana y a la
noche mejor luego de una ducha caliente. Se deben realizar con suavidad
movimientos giratorios laterales y de adelante a atrás. No están permitidos si
hay dolor o trastorno de sensibilidad en los brazos u hombros.
Se debe inclinar la cabeza adelante tratando
de tocar la pera con el esternón durante 10 segundos exhalando cuando se está
moviendo y deteniendo la respiración durante la postura fija. Repita esto 10 a
15 veces y luego relaje hacia atrás inspirando. Lo mismo puede hacer con las
rotaciones pero nunca forzando sobre el dolor. Se debe mirar al costado
deteniéndose unos segundos respirando y volver al centro igual cantidad de
veces siempre de ambos lados.
Otra variante es tratar de tocar la oreja con
el hombro sin levantar éste con la misma frecuencia y ritmo.
Si aparece el dolor o la tensión deténgase y
contenga la respiración.
Los ejercicios de rotación ayudan mucho: se
debe sentar en una silla colocar las manos entrelazadas sobre la nuca y girar
rítmicamente al compás de la respiración hacia cada lado , mejor si la
detenemos al llegar a cada limite durante unos 5 segundos.
Respecto de los hombros puede dejarse los
brazos a un lado y tratar de pellizcar los omóplatos rotando hacia adelante 10
a 15 veces como si estuviera remando sin olvidar de la respiración rítmica.
Postura,
consejos útiles.
·
El primer paso para evitar contracturas posicionales es no mantener la
cabeza en rotaciones forzadas durante mucho tiempo,.
·
Si se trabaja frente a una PC se debe evitar estar sentado en la misma
posición , es útil cambiar al menos 5 minutos y , por ejemplo, que el monitor este a la misma altura que los
ojos.
·
Las mochilas y los niños en los hombros son malos hábitos para las
cervicales. Si es posible use mochilas con ruedas o transporte a los niños en
rodados.
·
Piense en mantener sus hombros atrás el mayor tiempo posible.
·
Cuando conduzca automóviles trate de apoyar los brazos.
·
A la hora del descanso, si duerme boca arriba use una almohada baja ,
un pequeño almohadón bajo las rodillas
aplana la columna y relaja las cervicales. Si duerme de costado utilice
una almohada más alta para que no cuelgue su cabeza. Evite dormir boca abajo
con su cabeza rotada.
·
Si va a levantar cosas pesadas del suelo sus piernas flexionándolas y
no su espalda inclinándola.
Hay otras alternativas para el tratamiento como la acupuntura, el
biofeedback, collares cervicales, infiltraciones, estimulación eléctrica,
fisioterapia, quiropraxia y tracción cervical que pueden ser útiles siempre y
cuando estén indicadas por su médico y que su efector sea confiable. De más
está decir que el yoga, la meditación, la música y la lectura son las mejores
terapias de fondo. En otros casos es necesario acudir a la sicoterapia.
Vivir dolorido y duro es indeseable.
No
olvidemos lo que nos dice el novelista André Malraux: “Todo hombre se parece a su dolor”.
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