domingo, 11 de agosto de 2013

Un trío y una Sinfonía


MAJESTUOSIDAD MUSICAL Y PASIONAL



En el epílogo de su brillante carrera el músico Gustav Mahler sufrió una nueva tragedia emocional.
A la muerte de su hijita María  por una difteria complicada (a la que le dedicó la Canción de los Niños Difuntos) debió agregar la infidelidad de su esposa Alma con un joven y brillante arquitecto Walter Gropius. 

La carta de amor que este joven le dedicó a Alma estaba dirigida en su dirección a Gustav. 
Este gran director y compositor había mantenido a su esposa en la obscuridad musical ya que era una brillante pianista y compositora de Lieders que no podía publicar bajo el lema "dos compositores en una misma familia no es viable". En su diario escribía "Qué duro es ser tan despiadadamente privada de lo más cercano al corazón"
Demasiada mujer para su ego. Este golpe emocional afectó mucho a Mahler y su amigo y sicoanalista Sigmund Freud debió ayudarlo para seguir adelante.
 Pese a su severa cardiopatía Alma lo acompañó hasta su muerte manteniendo a su joven amante en la clandestinidad. La 8va. sinfonía su obra más famosa (luego llamada la sinfonía de los Mil) se la dedicó al amor  por Alma. En este final se puede escuchar a la Orquesta de la BBC de Londres en el Royal Albert Hall  con 400 coristas (niños y adultos de 6 coros de todo el mundo) dirigidos por Jiří Bělohlávek .

En su estreno en 1916 Leopoldo  Stokowski dirigió a la orquesta Filarmónica de las Americas en total a 1016 intérpretes entre músicos y coristas.


2 comentarios:

  1. Majestuosa, pensé, antes de mirar el título

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  2. Qué elevación espiritual en ese lugar imponente, excelente, angelical

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