Franz Liszt: Sueños de Amor
El hombre que se queda sin buscar nuevos rumbos contradice su esencia.
Es común ver pacientes enfermos, depresivos o golpeados por la vida (algunos no tan mayores) que se quedan sin iniciativa. Solo transcurren, flotan y se dedican a sus necesidades básicas, aquellas seguras y que facilitan su persistir sin cambios.
Otros se caen y se levantan, como decía mi instructora de yoga, usando el mismo piso donde cayeron.
Esto es ser " humano", es dar rienda suelta a la tendencia natural que nos posee. Cualquier actitud de quedarse en lo mismo , en la nada, en "hacer la plancha total estoy bien" es el primer síntoma de retroceso e involución.
La búsqueda de la felicidad, ya mencionamos, es una de las esenciales. Pero que hay de la búsqueda del crecimiento personal?
El crecer desde lo cognitivo, lo cultural, lo espiritual incluso desde lo físico es una tendencia natural y su carencia nos debe alarmar. Algo no está bien ante la conformidad por apatía.
Es la pregunta que debemos hacernos siempre a nosotros mismos.
¿En que andás? ¿Hacia donde vas? Esto es filosofar. Es bucear en nuestros designios.
Sin iniciativa el hombre seguiría siendo un simio.
Su conciencia sería demasiado básica para la infraestructura que se nos ha dado.
El crecimiento intelectual no es incorporar datos ni memorizar hechos, es lo que nos da sabiduría cuando aquello aprendido mejora, potencia y estimula nuestra cualidad como ser humano.
A crecer se ha dicho!
Muy cierto !!! aunque a veces me digas que soy una "topadora", siempre para adelante.
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