1978
Cuando le conté a mis padres quedaron preocupados , nadie podía adivinar el desenlace de esta pesadilla.
Me bajé del subterráneo en Plaza de Mayo , franqueé la Casa Rosada donde moraba Videla y por Balcarce bajé hasta Paseo Colón para cruzarla y acceder al fantástico edificio del Comando en Jefe.
Comando en Jefe
La actividad era febril, en las escaleras y en el salón principal los militares parecían hormigas. Casi todos oficiales muy prolijos y sus portafolios se cruzaban, dialogaban reservadamente, subían, bajaban, esperaban las múltiples ascensores.
Una vez en la oficina de Personal me redirigieron al comando de Sanidad.
Era en otro piso , al llegar nuevamente la misma imagen de hiperactividad.
Me presenté con el cable como si fuera una credencial y enseguida me hicieron pasar a una sala.
Al rato , un Capitán Médico me saluda y en su escritorio me explica: "Subteniente Durán, vamos a enviar a tres destacamentos de infantería : Cobunco, Mendoza y Tucumán a tres Subtenientes con una carga de alimento para aislamiento. Van a hacer un vivac (campamento militar) , les vamos a dar 20 soldados y un suboficial y van a alimentarse con este alimento durante tres días. Ustedes los van a examinar y realizar análisis mientras realicen actividades de combate como marchas y prácticas de patrullaje.
El alimento lo provee la fuerza aérea, son unos sachets al vacío de 500 grs de unos granos que contienen chocolate, azucar y vitaminas. Aquí le dejo una carpeta con el instructivo; el lunes le llega a Campo de Mayo las bolsas con el alimento y el martes sale de constitución en un tren militar que va a Zapala. ¿Alguna pregunta? No mi Capitán. Me quise mostrar más militar que lo habitual ya que en el hospital no nos llamábamos por nuestro cargo, solo nos decíamos Doc.
En el Renault 12 azul de mi viejo fuimos aquella noche de Octubre a Constitución, con mi bolso y el bolsón (10kgs) del bendito alimento. Eran bolsitas al vacío de unos gránulos del tamaño de un Dogui.
En la terminal , en el primer andén , un gigantesco tren. Los primeros 15 vagones cargados con Jeeps, blindados, Obuses, Cañones, ataúdes de madera de Pino y cajas variadas de todo tipo de municion. Los primeros 5 vagones con personal militar. Dos locomotoras Diesel encabezaban la formación.
Mambrú se fue a la guerra tarareaba en mi mente. De ropa de Fajina con mi Bellester Molina 45 en mi cartuchera me acomodé en un vagón con otros soldados y suboficiales.
Cuando sonó la sirena y se empezó a mover pesadamente la formación , saludé a mis padres y me dije: "Santi, allá vamos".
¡Qué recuerdos, nunca había escuchado esta historia tuya tan detallada! Espero que la sigas...
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