En defensa de la ortodoxia.
La medicina es arte y técnica.
Es obvio que la medicina está sustentada en las ciencias, en la bioquímica, la biología, la física y ahora también en la informática, la genética y mas recientemente en la medicina bíomolecular, pero cuando los conocimientos se aplican al paciente todos los elementos científicos se relativizan.
Esto es así porque un ser humano es una combinación de elementos relativos, desde sus genes hasta su mente. Aún los gemelos provenientes del mismo ovocito (huevo) son diferentes. Desde ya, los médicos somos también humanos y por tanto relativos.
Nuestra formación, experiencia y estado emocional tienen alto impacto en el resultado de una consulta.
La relación médico paciente es una experiencia estrictamente humana, no reproducible e imprevisible en cuanto a sus resultados.
Por estos argumentos hablamos de arte y técnica sustentadas en las ciencias.
Si fuéramos estrictos con la Real Academia Española la ortodoxia es actuar de manera conforme a las prácticas generalmente admitidas. Yo me considero un médico ortodoxo. Me enrolo en la medicina basada en la evidencia.
La primer etapa de las investigaciones médicas son ciencias duras , llámese el estudio de ultraestructuras celulares, receptores, mensajeros o microfilamentos solo por mencionar algunos de los elementos estudiados, luego viene la aplicación a los seres humanos pasando por una etapa de experimentación animal. La teoría, llega a la práctica.
Luego viene la aplicación a los hombres y es aquí donde intervienen las obvias barreras éticas donde se pasa del cobayo a un ser humano. Es aquí donde empiezan las estadísticas y sus significados.
Cuando hablamos de una evidencia con alto grado de significancia por ejemplo, estamos hablando de que se analizaron múltiples estudios , en diferentes grupos de personas, en distintos países y regiones.
Pero además, para que las conclusiones sean certeras y aprobadas por distintas entidades sanitarias se exigen múltiples controles y rigores estadísticos.
Para incorporar un individuo a un protocolo de estudio de un fármaco debe reunir condiciones , es decir debe tener cierta edad y sexo, debe padecer o no ciertas enfermedades, se consideran los hábitos, el peso, antecedentes y un sin fin de filtros que hacen que la muestra sea en lo posible pura.
Luego , sin que el analizador y el analizado lo sepa se le da el fármaco o un placebo (sin ninguna acción medicamentosa). Recién luego de todas estas exclusiones y a través de un período suficiente de análisis de los resultados se sacan las conclusiones que serán vertidas ante paneles de expertos para sus análisis y pasarán por la observación crítica de miles de médicos en cientos de congresos.
Esta secuencia interminable de hechos nos habilita o no a indicar, por ejemplo un fármaco o un estudio diagnóstico.
Yo confío en esta medicina, creo en el criterio clínico de un médico bien formado y cuando derivo a un enfermo o tomo una decisión sobre un diagnóstico, se que tras esta opción ha habido un tremendo esfuerzo humano y económico y me siento respaldado por ello.
Sin apelar a la soberbia de algunos colegas de que esta es LA medicina, es la mía , creo en ella , conozco sus limitaciones pero se que está basada en ciencias puras.
Así y todo , pese a tanto esfuerzo científico hay medicinas alternativas. Las respeto pero descreo de ellas.
Sobretodo porque carecen de aval científico, aunque es sabido que en ocasiones evidencian ciertos éxitos y no olvidamos que hay pacientes que funcionan mejor con las alternativas.
Lo que si puedo aseverar es que cuando un paciente nos dice, "para este tema voy al homeópata" siempre contesto : "No hay estudios que habiliten a utilizar medicamentos homeopáticos y fármacos convencionales en forma conjunta". No acepto responsabilidades compartidas.
Ahora bien, si la alternativa es la relajación, las flores de Bach, el bíofeedback, el yoga y tantas opciones terapéuticas soy el primero en respetarlas porque a nivel energético o sutil nuestras ciencias, hasta aquí, no llegan.
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